Valoración crítica de «Los crímenes de la calle Morgue» (Alejandra, 2º ESO A)

Varias ediciones de la obra y los carteles de las adaptaciones fílmicas.

Esta novela fue escrita por Edgar Allan Poe, un escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense.

Los crímenes de la calle Morgue es una obra adecuada, por una parte, para nuestra edad, ya que tiene un vocabulario fácil de comprender y, para ser una obra antigua, resulta muy entretenida. Sin embargo, por otra parte, contiene ciertas descripciones muy explícitas, y si llegas a imaginarte las escenas descritas, puede resultar un tanto fuerte o desagradable.

La historia tiene un ritmo bastante adecuado, ya que es rápido pero, aun así, describe con detalle cada elemento que aparece. Recomendaría este libro a las personas amantes de la intriga y también a las que les guste resolver misterios. Los adjetivos que utilizaría para describir la obra serían: intrigante, porque cuando lees te entra curiosidad sobre lo que va a pasar a continuación, y no puedes dejar de leer; y confuso, porque cuando descubres el final, te das cuenta de que la tesis que te habías formado no tiene nada que ver con la verdadera historia.

En realidad, no me he sentido identificada con ningún personaje, pero el que más me ha gustado ha sido Dupin, el inspector protagonista, porque no pasa ningún dato por alto y todo lo tiene en cuenta, es muy detallista.

Valoración crítica de «Orgullo y prejuicio» (Cayetana, 2º ESO A)

Varias ediciones de la obra y escenas de sus adaptaciones a la gran pantalla

La autora de este libro es Jane Austen, novelista británica que nació en 1775 y falleció en 1817. Publicó otras obras, como Emma o Persuasión, pero el más famoso es Orgullo y prejuicio.

Si tuviera que describir esta novela con dos adjetivos, serían romántica, porque el tema principal es el amor; y emocionante, porque ha habido muchas partes que me han resultado muy emotivas. El ritmo es lento, porque incluye muchas descripciones. Me he sentido identificada con el personaje de Elisabeth, la protagonista, porque comparto muchas de las opiniones que expresa.

Recomendaría esta lectura a quien le gusten las novelas románticas de época. En cambio, no lo recomendaría a los que prefieren libros de aventuras o de ciencia ficción, porque no tiene nada que ver con estos géneros. La edición que he leído es preciosa y tiene algunos detalles increíbles. La letra es pequeña, pero se puede leer muy bien, y el vocabulario resulta sencillo, aunque contiene algunas palabras más complejas por la época en la que se escribió esta historia.

Valoración crítica de «El valle de los lobos» (Lucía, 2º ESO A)

Tres ediciones recientes de esta novela

La autora de este libro es Laura Gallego, autora de novelas conocidas como «Memorias de Idhún». Pertenece a la actualidad y es una escritora de género fantástico.

Los adjetivos que utilizaría para describir la novela «El valle de los lobos» serían creativa, por el escenario fantasioso y la trama; y mágica, porque consigue transportarte al lugar de la historia. Al principio, la historia transcurre de forma un poco lenta, pero luego acelera el ritmo, algo que me gustó mucho.

Si tuviera que recomendar a alguien esta lectura, diría que es muy interesante y que la historia es muy diferente a las que había leído hasta ahora. Pienso que se podría mejorar el avance de la historia y el ritmo narrativo. La letra tiene, a mi parecer, un tamaño adecuado para personas más o menos de nuestra edad. Sin embargo, no tiene ilustraciones, y yo las incluiría para poder imaginar mejor las escenas narradas. Para terminar, la edición que he escogido presenta un lenguaje sencillo y fácil de entender.

Valoración crítica de «El hombre invisible» (Jean Denis, 2º ESO A)

El hombre invisible es una obra escrita por Herbert George Wells, autor británico que se dio a conocer por sus series de novelas de ciencia ficción.

Si tuviese que describir esta lectura, diría que es creativa y llena de suspense. Creativa, al no poder anticipar la trama, sino que toma su propia ruta; y llena de suspense, por tener giros inesperados y porque al leer quieres saber lo que les ocurrirá a los personajes. Le recomendaría esta novela a los aficionados a las obras de este autor y a los amantes de la ciencia ficción, para que lean un clásico de este género.

Destacaría su personaje principal, una de las principales razones por la que me gustó el libro, junto con las escenas de acción. El protagonista de El hombre invisible me pareció un personaje brillante, que nos muestra cómo los sueños optimistas pueden corromperse con el paso del tiempo. Las únicas pegas que le pondría a la obra tienen que ver con el ritmo de la acción, ya que al principio puede hacerse muy pesado, mientras que en otros momentos pueden estar pasando demasiadas cosas y al lector le cuesta seguir la acción, y esto no me resulta adecuado.

Tampoco me gustó mucho la edición que escogí. Aunque las ilustraciones fueron un aspecto positivo, había mucho vocabulario complejo y en parte obsoleto, de manera que aun teniendo la definición de las palabras, puede resultar un obstáculo y arruina la experiencia de la lectura.

Relato de Navidad 2º Bachillerato A

Nuestra doble felicitación para Rocío, cuyo relato ha sido finalista de su clase y ganador de la categoría de Bachillerato. Ella siempre ha afrontado con la máxima ilusión este certamen, y celebramos que pueda despedirse del colegio con un merecido reconocimiento.

Escena navideña 2º Bachillerato A

Alas celestiales

– Noticia de última hora desde «Alas Celestiales»- anunció el ángel Gabriel en el telediario de las ocho.- Israel ha atacado de nuevo en Gaza, en represalia del atentado del grupo terrorista Hamás y el secuestro de 150 personas, lanzando otra bomba y destrozando miles de vidas-.

En el cielo no entendíamos la separación de territorios de la Tierra. Para nosotros, era todo un mismo lugar que los humanos debían compartir sin hacer divisiones ni discriminaciones de ningún tipo.

-Al parecer, este enfrentamiento entre los ciudadanos y las organizaciones de estos lugares (que no entran en nuestro ámbito de conocimiento, ya que los ángeles no entendemos de política) continúan atacándose por razones que ellos consideran «lógicas». Desconocemos la verdadera razón de los ataques, los organizadores de estos o incluso las intenciones que hay detrás de los mismos. Lo único que sabemos es que esto está causando tanto mal en el mundo…alimentando un conflicto cuyas raíces se fundamentan en sucesos de hace muchos años. Como bien sabéis, en «Alas Celestiales» no hablamos sobre la política de la Tierra, ya que nuestra única preocupación son los corazones de las personas y, en estos territorios podemos ver que también están quedando muy afectados. Esta Navidad, muchos niños solo podrán recibir escombros, odio y violencia; no podrán disfrutar de estas maravillosas fechas en familia; pues han sido víctimas de múltiples ataques. Nosotros hemos de hacer algo para que esta situación cambie lo antes posible. Esto ha sido todo por hoy en «Alas Celestiales. Noticias desde lo Alto». Muchas gracias por seguirnos, os dejamos con la previsión climatológica para los próximos días. Hasta mañana.

La cámara giró y enfocó a Miguel.

– Muy buenas tardes, este sábado ha arrancado con una fuerte tormenta en la zona sur de la tierra, debido a las incontinencias del ángel Cristóbal…

Noté cómo una lágrima se derramó por mi mejilla al escuchar la terrible noticia que nuestro presentador, Gabriel, había transmitido. ¿Cómo podían suceder cosas tan crueles en la Tierra? Teníamos que hacer algo y yo sabía exactamente a quién tenía que consultar, por lo que me levanté de la sala de visionado, felicité a Gabriel por su excelente trabajo y me dirigí al despacho del Jefe de todo y, por tanto, también Jefe de las noticias.

Llamé a su puerta y entré cuando me lo ordenó.

– Siento molestarte, Señor, pero me gustaría hablar contigo sobre una cosa…

-No molestas, Tobías. Cuéntame qué sucede-dijo Dios.

-Estás enterado del conflicto que está habiendo entre dos territorios en la Tierra y…me gustaría formar parte de tu plan, Tú siempre tienes uno y te necesitamos para sembrar la paz en la Tierra de una vez,

-Verás, Tobías,

Relato 1º Bachillerato A

Enhorabuena a María que, un año más, nos despierta la conciencia por medio de la palabra con esta reflexión de Navidad.

Escena navideña de 1ºBach A

Señores, buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Desde el periódico quiero desearles a todos una Feliz Navidad (que no «Felices fiestas») y un próspero Año Nuevo.

Sin embargo, a pesar de mi buena voluntad y del tono alegre que ha de imperar en estas fechas, he decidido empezar este artículo con una expresión que, en el contexto actual, adquiere matices sombríos. Y es que, por mucho que se empeñe, el hombre nunca ha podido y nunca podrá escribir la historia. Es una realidad difícil de aceptar: implica que, de un modo u otro, solo somos víctimas de su curso, que no somos los reyes del mundo. El único rey del mundo es, nada más y nada menos, que el bebé llorón que nació hace dos mil años, en lo que hoy es tierra de terroristas. Puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que solamente Él habría elegido ese lugar para nacer, sabiendo lo que allí iba a pasar, Porque Él sí que tiene poder para escribir la historia, no ustedes,

No ustedes, que se creen con capacidad para dirigir su vida. No ustedes, que tras leer esto pensarán: «este hombre se equivoca». Yo soy dueño de mi vida, de mis decisiones. Es más, mis circunstancias actuales son fruto de todas las decisiones que me han precedido. Ustedes son libres, eso es innegable, pero quizá no han sabido comprender bien lo que esto implica, porque la historia la escribe Dios. Al intentar dirigir nuestra vida nosotros solos, no hacemos más que estropear las cosas. Y si lo que hacemos es tratar de reescribirla, entonces las desgracias llegarán solas.

Por ese motivo y bajo esta premisa, quiero pedir en nombre de todo el periódico y de los lectores que quieran unirse, que cese esta locura,

A los civiles ajenos al conflicto, les pido que no tomen parte. Aquí, todos son víctimas: los que mueren no son buenos ni malos; ni siquiera israelíes, palestinos o terroristas. Son padres, madres y hermanos. Son maridos y mujeres, amigos y compañeros. No podemos criticar a Israel cuando sus niños son secuestrados por Hamás. No podemos criticar a Palestina cuando su gente muere bombardeada. No podemos. Les invito a buscar la verdad, sin conformarse con la primera información que les llegue. Porque la verdad les llevará a un pequeño establo, en Belén de Judá, donde (si tienen suerte) la humildad les tocará el corazón. Dios mismo se regocijará entre sus brazos, riendo, mientras comprenden que no necesitan otra vida, más que la que Él haya soñado para ustedes.

A los que se ven envueltos en el conflicto les animo, no sin dolor de corazón, a no desesperar. Rezo por ustedes día tras día. A los creyentes les digo que se apoyen en recién Nacido; solo Él podrá darles el sentido que no pueden encontrar,

Y a los artífices del conflicto, y a todos aquellos con poder para frenarlo, les transmito que también rezo por ellos y por su conversión, día tras día. Imagino que en este escrito ya se refleja mi latente deseo de acabar con esto…y aun así, he de decirles que no envidio en absoluto su posición.

Sin más que añadir, vuelvo a desearles a todos una Feliz Navidad.

Relato de Navidad 4º ESO C

Doble felicitación para Nacho, finalista de 4ºC, cuyo relato además ha resultado ganador en su categoría. Enhorabuena, porque has sabido poner mucho de ti en este escrito y, al mismo tiempo, lo conviertes en un mensaje universal que nos llega a todos, como la Buena Noticia.

Escena navideña 4º ESO C

Hoy, desde Pozuelo, “Radio Nach” les trae una última información de la guerra entre Israel y Palestina. Los servicios de inteligencia americanos encontraron una carta bajo los escombros de un edificio. Tras varios diagnósticos, la carta pertenecía a un soldado, el cual se dirigía a su hija. Estas fueron sus palabras:

Querida Hija,

Ya sé que este tiempo está siendo muy complicado para ti. Es totalmente normal, mi vida. Pero tienes que ser fuerte, y ayudar a mamá en todo, y abrazarla.

Un día me preguntaste, y con razón, a que se debían tantas guerras…

La verdad es que no lo sé, pero es algo que no podremos entender.

¿Sabes una cosa? La guerra en la que papá está es un lugar muy especial para los cristianos, para nosotros. Donde piso ahora, estuvo Jesús, es alucinante pensarlo, qué gran privilegio.

Cuando me levanto por las mañanas, lo primero que haga es agradecerle a Dios por ti, por mamá, por los abuelos, por tener un hogar donde vivir, etc.…

Pero también le doy gracias por la fe, esa misma que transmitió Cristo a los apóstoles, y que posteriormente mis padres me transmitieron.

Hace alrededor de dos semanas, tuvimos que evacuar un edificio. A mí me encargaron el piso de abajo, dicho lo cual, bajé y me encontré algo que me impactó muchísimo. Era una familia, como nosotros, sentados en el suelo rezando, con una pequeña cruz en medio de ellos. Les pregunté qué estaban rezando, y el padre me dijo: “Estamos gozando de alegría”. Yo me extrañé y le dije que por qué, si estaban en guerra, pasando hambre, frío, soledad… Su respuesta fue: “No importa, ha nacido nuestro Salvador”.

Inmediatamente, los saqué del edificio, cogí un calendario, y sí, era 25 de diciembre, la Natividad de nuestro Señor.

Tantas cosas que hacer aquí, órdenes por cumplir, que se me olvida los más importante…

Hija, quiero que sepas, que, aunque no esté hoy en casa celebrando la Navidad con mamá y contigo, tú sabes perfectamente que eres lo más preciado que tengo junto a tú madre.

No te olvides de rezar, ayuda en casa, sé educada, haz las tareas de la escuela sin que tu madre te lo diga cien veces. Sigue con el inglés, aunque esté en Gaza, me entero de tus notas, y sé que lo estás haciendo de maravilla.

Vete los domingos a misa, aunque te de pereza repetir las frases del sacerdote o te duermas en las homilías.

¡Venga, mi chica! Ánimo que papá te quiere muchísimo. Que este niño que nace en Belén nazca en tu corazón. Porque él es camino, verdad y.

Hasta aquí llega la carta del soldado encontrada en la franja de Gaza. Como verán, la carta está incompleta, pues les voy a hacer el favor de terminarla…

Es CAMINO, porque debemos seguir a Jesús como nuestro guía. La VERDAD, seguir a Jesús en la fe, que ante todo es confianza obediente. Y la palabra que falta es VIDA, seguir a Jesús hasta esa meta definitiva de los cristianos que es la vida eterna.

Les informamos también de que esta carta ya ha sido enviada a la hija y a la mujer del soldado, cuya identidad y nacionalidad están por confirmarse.

Hasta aquí, queridos oyentes, pasen una muy buena Navidad, y que este niño llegue a los gobernantes de los países en guerra y también a nosotros.

¡Feliz Navidad, desde Radio Nach!

Relato de Navidad 4º ESO B

Nuestra más sincera enhorabuena a Ana, porque nos ha vuelto a sorprender con su capacidad para crear ambientes y personajes que cobran vida por medio de la palabra.

Escena navideña 4º ESO B

Es un hábito que he adquirido después de haber dejado de fumar, y que llevo ya varios años practicando: encender un cigarrillo, solo prenderlo y ver como su extremo es repentinamente invadido por el fuego, y apagarlo acto seguido. Lo hago cada vez que me enfrento a una hoja en blanco, con cientos de ideas en mi cabeza, pero sin saber que preferencia darlas, sin conocer (todavía) el modo de plasmarlas en el papel, para que más tarde, cuando el lector coja el artículo, crónica o noticia de turno, les llame la atención, sea cautivador y atrapante, desde el titular hasta el punto final. A veces llego a gastar cajas y cajas enteras. Sé que a algunas personas les parecerá un capricho inútil, una extravagancia sin sentido, un malgasto de dinero y de tabaco. Me da lo mismo. Tengo mis métodos y funcionan, que no por nada soy considerado el periodista más excéntrico y el que más joven se graduó (y, por qué no decirlo, el más guapo) de mi tierra natal, España. El que jamás se achanta ante editor censador alguno, el que jamás calla o disimula su opinión, como me llamo Antonio Lorca. No tendré la capacidad lírica del poeta, pero sí habilidad con las palabras, una mente abierta y despierta, que sintetiza y recolecta datos mejor que cualquier inteligencia artificial, y una honestidad brutal, que no pocas veces me ha metido en problemas. Por encima de todo, soy más un escritor que un reportero: considero que mi oficio no consiste en ser un mero transmisor de información, sino como un artista, que en vez de centrarse en una cara de la verdad, no tiene miedo a buscarlas y mostrar todas sus facetas, sin dejar de ser realista en ningún momento. A veces la realidad supera a la ficción, y con creces. Y otras un relato de ficción esconde más verdades que un artículo objetivo.

Pero me estoy desviando del tema. Esa noche del 14 de diciembre, en un pequeño cuarto de una iglesia de Belén, en la que me alojaba temporalmente, llevaba ciento catorce cigarrillos gastos de ese modo, y no había escrito ni una sola palabra todavía. Sentado en el sencillo escrituro de madera de abeto que el señor cura había dispuesto para mí, con todas mis notas y mi vieja y fiable pluma, pensaba en largo día que había tenido. Contemplé el fulgor de la roja chispa al encender el cigarrillo número ciento quince, y con ella mi mente regresó a la mañana de ese mismo día…

***

Me desperté después de un sueño reparador. Había viajado de España a Israel con los gastos pagados por mi periódico. Mi objetivo: documentarme de primera mano sobre el conflicto de Israel y Palestina y hacer un reportaje de los míos, es decir, de los mejores. Había decidido alojarme en Belén por su importancia turística, cultural y religiosa, e informe al Padre Mateo, familia lejana de un colega de la redacción, y él insistió en que sería un placer acogerme en su iglesia o que los hoteles de Belén estarían encantados de recibirme. Elegí la primera opción, consciente de que así podría entrevistar al pastor a primera hora de la mañana, para salir pronto hacia Jerusalén, que se encontraba a media hora en coche.

Desayunamos juntos. Me contó que venía de Castilla, de Ciudad Real, pero que siempre había soñado con ejercer de cura en Belén. Le pregunté por su posición en el conflicto. 

– Yo no me posiciono -exclamó firmemente-. Al final, palestinos e israelíes se están matando los unos a los otros y los otros a los unos por un territorio. Estúpidas guerras. No entiendo por qué no interviene Europa o EEUU para parar esto. Querido decir, que EEUU ya hizo un intento en el 2000 en la Cumbre de Camp David.

– Y en 2002 y 2003 también volvieron a intentarlo -completé yo- acompañados por la UE, la ONU y Rusia. Una lástima que ninguna iniciativa llegase a nada.

 – Es que cada vez que se acercan a un acuerdo de paz, o israelíes o palestinos deciden para de negociar, insatisfechos con algo, y así seguimos después de tantos años. El conflicto parece no tener fin. A estas alturas están demasiado involucrados. Pero si Dios quiere y los políticos ponen de su parte, algún día conseguirá finalizar. Por ahora yo solo puedo limitarme a rezar para que ese día llegue cuanto antes -hizo una pausa- ¿Usted es creyente?

– Solía serlo -respondí con una sonrisa tenue- pero cuando se llevan algunos años en mi oficio es fácil perder la fe, viendo las cosas que se ven -Cambié de tema- ¿Y a Belén cómo le está afectando?

Don Mateo me explicó que las fiestas típicas de diciembre se habían cancelado, junto con las reservas de hotel de muchos turistas. Ni luces, ni árbol, adornarían esa Navidad la ciudad en la que había nacido el Señor.

Le di las gracias al padre Mateo y llamé a un taxi para ir a mi próxima parada: Jerusalén.

– ¿Qué parte? -inquirió el taxista cuando le dije mi destino.

– La oeste.

Me pasé toda la mañana entrevistando a israelíes sobre el conflicto en mi maravilloso inglés. Pero el testimonio de Mendel, un librero judío, fue el que más me impactó.

– Los palestinos nos acusan de salvajes cuando han sido ellos los que empezaron el conflicto. Sí, este año han muerto muchos más palestinos que israelíes. Pero si nos atacan nos defendemos, como es lógico. Este es nuestro hogar.

Le oí tragar saliva y me clavó sus ojos escudados con lentes doradas.

– Eso es lo que habría respondido no hace mucho. Mi familia lleva aquí desde que mi abuelo austriaco, cuyo hermano (librero como yo y mi tocayo) huyó hasta aquí a finales de la Segunda Guerra Mundial. Pero han matado a mi hijo. Era un niño. Inocente. Tenía 6 años. En cuanto pueda, me marcharé de aquí.

Comí en el primer restaurante que encontré, pensando en todo lo que había escuchado. No mentiré; se me habían quitado un poco las ganas de ir a la parte de Palestina, la Este, después de haber oído todos los testimonios israelíes. Sin embargo, quería también disponer de la versión de los palestinos. Aunque me daba más miedo. Al principio, se me había ocurrido ponerme un traje de chulapo para entrar en ella e ir gritando “¡Olé!, ¡España!, ¡Paella!” porque pensé que no me atacarían si veían claramente que era extranjero. Luego caí en la cuenta de que probablemente sabían que España estaba en la UE y la UE apoyaba a los israelíes, y que era mejor no ir diciendo a gritos mi nacionalidad por si pensaban que era un espía europeo.

Así que intenté pasar lo más desapercibido posible, y preguntar discretamente. No fue difícil conseguir información: había muchas personas intercambiando las últimas noticias de guerra. Pretendí ser un cotilla interesado por las novedades y opiniones. Una mujer me habló sobre Gaza.

– Mi mejor amiga vive allí con su familia. Actualmente están refugiados en una iglesia luterana. Pensaron que allí estarían más a salvo, pero hace poco cayó una bomba. Mató a 18 personas. -empezó a sollozar- La llamo cada día, sin saber nunca si seguirá bien. Porque a cada llamada me recuerda que igual al día siguiente no estará viva, que esa pueda ser la última vez que hablamos. ¡Por Alá! Es mi amiga de la infancia y no puedo hacer nada para ayudarla.

Salí de Jerusalén con el corazón en un puño. El sentimiento desgarrador que produce oír estas cosas en primera persona es durísimo. Pero alguien debe tener los ojos bien abiertos para informar a la parte de la sociedad que aún no se empeña en cerrarlos. De todas formas, una sensación sofocante me agobiaba. La soporté hasta que ya no pude ignorarla más.

– ¿Desde aquí a Belén andando, cuanto queda? -le pregunté a mi conductor.

– No mucho, unos 15 minutos.

– Entonces déjeme aquí.

Pagué y salí del vehículo. El aire frío me azotó en la cara y me sentí mucho mejor. Contemplé el taxi alejarse, de vuelta a Jerusalén, y luego empecé a caminar sumido en profundas cavilaciones. Tan concentrado estaba que no noto que había alguien delante de mí.

– Lo…lo siento- retrocedí disculpándome.

Me había chocado contra una anciana, y me sorprendió que no la hubiese tirado al suelo del golpe. Ahí estaba, sin un solo rasguño. Multitud de arrugas surcaban su piel, y era chiquitita, muy poquita cosa. Y sonreía, benevolente.

-Perdón- repetí, pensando que no me había entendido.

-No pasa nada- Su voz era extrañamente suave, aunque crujía ligeramente- Hace falta más que un pequeño choque para derribarme. Mucho más. Después de todo sigo en pie.

Asentí cortésmente. Aquella vieja me inspiraba una curiosidad increíble.

– ¿Le molestaría que le hiciese unas preguntas?

– Oh no, para nada. ¿Es usted periodista, cierto?

– ¿Cómo lo sabe? – Me quedé asombrado.

-Por el típico aire de entrometido que envuelve a los de su profesión.

Aquel comentario hirió mi orgullo, pero la curiosidad pudo más que la ofensa.

– ¿Es usted israelí o palestina? ¿O…?

– Yo soy- se encogió de hombros. – Ya está. De todos y de nadie, de mi gente, supongo. En cuanto al conflicto entre ambos, que es lo que me iba a preguntar después- arqueé una ceja; tenía razón. “¿Tan predecible soy?”- no tengo opinión alguna, ni apoyo a ningún bando. Aunque estoy implicada en él a mi pesar, desde sus orígenes.

– Eso es imposible- la corregí amablemente- El comienzo de todo fue a finales el siglo XIX con el movimiento sionista. En ese caso usted tendría más de 100 años.

Ella rio lentamente.

– ¿Cien años? Me halagas, joven. Ya no recuerdo mi edad exacta, pero tengo más de dos mil años.

– Debe haber visto usted muchas cosas, entonces -comenté irónicamente, incapaz ya de ocultar mi incredulidad.

– Así es. Sobre todo muchas personas. Las he visto nacer, vivir, morir. Todo tipo de personas. Hubo una que me marcó más que el resto, sin embargo. Hace dos milenios, cuando todavía era joven.

“Está totalmente majareta”.

– Lo vi nacer. Un grupo grande vino a visitarlo. En camellos. Y buses. Para regalarle algo, creo. No, espera… Si no existían los buses…

– Dios mío -murmuré.

– ¡Sí! -Chasqueó los dedos -justo eso decían. Vinieron para adorarle. Y digno de adoración que era. La verdad es que el niño era especial, se notaba a la legua -Sonrió más tiernamente. -Le cogí mucho cariño. Pero se fue pronto, con su familia.

Aunque todo aquello sonaba a disparate, algo se removió dentro de mí.

– ¿Cómo te llamas, anciana? -susurré.

Me miró con sus ojos estrujados.

– Belén.

***

Espachurré el cigarrillo contra el cenicero, apagando toda fuente de luz. En la más absoluta oscuridad de aquella habitación en Belén con intenso olor a tabaco, volví a creer en Dios, por primera vez en muchos años.

FIN

Relato de Navidad 4º ESO A

Felicitamos a Juan, finalista de su clase, por habernos ofrecido una crónica sencilla y muy bien planteada. Le animamos, tanto a él como a sus compañeros, a seguir desempeñándose en el arte de la escritura. ¡Feliz Navidad!

Escena navideña 4º ESO A

Estimados espectadores, les habla su reportero de confianza Juan, quien se encuentra en Belén, una ciudad que adquiere un simbolismo especial en esta época navideña. Pero antes de sumergirnos en la magia de la Navidad, permítanme contarles cómo llegué hasta aquí y descubrí una conexión inesperada con el conflicto entre Israel y Palestina.

Recopilando información, me di cuenta de que Belén era mucho más que un destino turístico. Es un puente entre dos culturas, una línea divisoria que también simboliza la esperanza y la reconciliación. Al llegar a Belén, me encontré con una ciudad viva, llena de coloridas luces navideñas y un ambiente festivo. Sin embargo, tras conversar con habitantes locales, tanto israelíes como palestinos, pude escuchar sus perspectivas sobre el conflicto que los ha afectado durante épocas. En medio de estas conversaciones, me sorprendió descubrir que Belén, la cuna del cristianismo, estaba situada en una región donde el conflicto político y religioso era palpable. Los lugares sagrados estaban rodeados de barreras y tensiones, sin embargo, los creyentes de ambas religiones continuaban acudiendo a estos lugares en busca de paz y significado espiritual. En medio de la incertidumbre, encontré una historia de esperanza.

En un pequeño café conocí a un grupo de jóvenes israelíes y palestinos que trabajaban juntos para promover la paz y la tolerancia. Su mensaje era claro: a pesar de las divisiones y los conflictos, la unión y la comprensión mutua eran posibles. Fue en ese momento cuando comprendí el verdadero significado de Belén para los creyentes. Esta ciudad representaba la posibilidad de superar las diferencias y encontrar la paz en las diferentes comunidades. Era un lugar donde la fe y la esperanza podían permanecer, incluso en medio de la adversidad.

Queridos espectadores, este viaje me enseñó que la Navidad no solo es una celebración religiosa, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el poder de la reconciliación. Belén, con su historia y su significado, nos recuerda que incluso en las adversidades podemos encontrar luz. Así que, en esta temporada navideña les invito a llevar consigo el espíritu de Belén, a buscar la paz y valorar la diversidad.

Recordemos que, al igual que los creyentes que habitan en esta sagrada ciudad, todos podemos encontrar un terreno común y tratar de trabajar juntos en un mismo objetivo.

Desde Belén, os deseo que paséis todos una feliz Navidad.