Enhorabuena a María, finalista de su clase, que nos ha ofrecido una preciosa crónica de Navidad, reflexionando sobre el tema que proponíamos en esta edición.
POR UNA NAVIDAD EN PAZ
Queridos lectores, ya se acerca la Navidad, y con ella las decoraciones, las compras, los dulces… Pero hay algo mucho más importante en estas fechas, el nacimiento del niño Dios en Belén.
Quizá muchos de nosotros este año pasaremos una Navidad como otra cualquiera, con nuestra familia, en casa calentitos y con un ambiente de paz. Sin embargo, a no más de 4000 km de aquí, en Israel y Palestina están viviendo una nueva fase de una guerra que lleva en pie muchos años.
En el mismo sitio donde nació Jesús hace más de 2000 años hoy se están matando.
En el mismo sitio donde María y José buscaron una posada en donde dar a luz al Emmanuel mucha gente se ha quedado sin casa por causa de los bombardeos.
En el mismo lugar donde los Reyes Magos llevaban presentes al niño Dios, muchos niños no tienen, no ya regalos, sino tampoco comida o cosas para cubrir sus necesidades más básicas.
En el mismo lugar en que el ángel anunció a los pastores, la Buena Nueva, las noticias que se escuchan hoy en día no son para nada buenas, todo lo contrario, son de muerte y destrucción.
En esta parte del mundo se pelean hoy dos pueblos distintos, judíos y palestinos musulmanes. Ambos consideran, al igual que nosotros, los cristianos, que aquello es Tierra Santa y se consideran con derecho a llamarlo “su Tierra”. Para los cristianos es nuestro lugar de origen, para los judíos es la tierra prometida, y para los musulmanes es el lugar hasta donde en sueños, Mahoma cabalgó en un caballo alado subiendo al cielo.
Desde hace 70 años, judíos y palestinos llevan encadenando periodos de guerra con periodos de tensa paz. Belén, la ciudad donde nació Jesús está en la actual Cisjordania, territorio que está bajo control de la Autoridad Nacional Palestina. La actual guerra no involucra a Cisjordania, pero sí a Gaza, que es la otra parte del territorio Palestino. En Gaza, gobierna Hamás, una organización terrorista, política y militar que ganó las elecciones hace veinte años y desde entonces no las ha vuelto a convocar. En esta ocasión ha sido Hamás quien ha iniciado el ataque influenciado por Irán, que siempre apoya cualquier ataque contra Israel. Tanto los terroristas de Hamás como el Gobierno de Israel quieren echar al otro de su tierra y la verdadera paz no llega nunca.
Para nosotros, los cristianos, la Navidad es esencial, celebramos el nacimiento de Jesús, la persona en la que Dios se encarnó para después morir por nosotros en la cruz y liberarnos del pecado. Por eso, la ciudad de Belén es fundamental en la historia de nuestra salvación. ¿De verdad creemos que a Jesús le gustaría que lucharan por la tierra donde él nació?
A mí me gustaría poder decirles a los líderes de estos países y asociaciones que pararan la guerra y que hicieran todo lo posible para que, en la Tierra de Jesús, en la que predicó e hizo tantos milagros, las gentes de otras religiones puedan también vivir en paz en Navidad. Desgraciadamente, no tengo el poder, la autoridad ni los medios, para hablar con ellos, pero, aunque pudiera, estoy casi segura de que la respuesta que recibiría no sería muy agradable. Sin embargo, este pequeño obstáculo no nos puede frenar, por eso, yo pido a los creyentes, que en este tiempo de Adviento nos preparemos de manera adecuada para recibir al niño Jesús, agradezcamos a Dios la suerte que tenemos de poder pasar estas navidades en familia y le pidamos que en todas las partes del mundo la puedan celebrar tranquilamente y en paz.
Con esto dicho, les deseo una muy Feliz Navidad y un Próspero año nuevo.
Pozuelo de Alarcón Madrid, a 12 de diciembre de 2023