Relato de Navidad

¡Hola! Me llamo Pepa y soy una oveja. Mi familia y yo tenemos un viaje muy importante en diez días. Vamos a ir a verle nacer, sí a Él. Nuestro pastor está muy ilusionado, dice que él ha venido a salvarnos. Vamos a tener que hacer un largo camino. Necesitaremos refuerzos de comida, agua, etc.

8 días después…
Ya casi ha llegado el día. ¡Hay que preparar todo! Todos estamos muy alterados, sobre todo Luis, nuestro pastor. Dice que tardaremos un día y medio para llegar, así que debemos darnos prisa. Saldremos a medio día e iremos por el desierto y dormiremos ahí. Luego pasaremos por las montañas y por el mar y ya, por fin estaremos ahí.

2 horas más tarde…
Es hora de comenzar el viaje, salimos de casa, andamos un buen rato y llegamos al desierto. El desierto era un lugar muy caluroso aunque por las noches las temperaturas disminuían. Estuvimos andando durante mucho tiempo y poco a poco fue anocheciendo. Cuando había anochecido, montamos nuestro campamento y dormimos ahí. El campamento era muy humilde, solo eran un par de palos que nos tapaban de la arena.

Al amanecer…
¡Bien! Ha amanecido, vamos a seguir con el viaje para llegar a las montañas que se ven a lo lejos. Después de horas andando, llegamos a la montaña. Era un lugar frío por su altura, pero no nos importaba, ya que si no las pasábamos no llegaríamos. Continuamos andando y ya quedaba muy poco para llegar, porque estábamos ya en el mar; el mar era un sitio muy tranquilo con muchas olas que nos refrescaban.

Unas horas después…
¡Ya casi hemos llegado! Solo tenemos que andar un poco más y llegaremos. Después de un rato, nuestro pastor gritó. ¡Ahí está! ¡Ahí está! Toda mi familia empezó a correr para llegar. ¡Estaba naciendo!
Cuando llegamos lo vimos, era como una luz maravillosa que sientes en verano con la brisa y la felicidad. Multitud de estos pastores llegaron y cantaron y le adoraron. Cuando Él me vio, me sonrió ¡Creo que le había gustado! Y se puso a jugar conmigo. Nunca lo olvidaré.

Íñigo, 2º de ESO C

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